22.4.17

1ª PROMOCIÓN MILITAR SAHARAUI EN ARGELIA “PELOTÓN 38”

por Abdalahi Salama Machnan

La libertad es la vida del alma; la servidumbre hace vil al hombre. Defender a 
un tirano es oprobio; perecer por la Patria es honor
A mi padre

La grandeza de nuestra historia, se comprende mejor al recordar a importantes efemérides como la del 01 de octubre de 1977, en esta fecha tuvo su entrada en Argelia, en la provincia del Buleida, el primer grupo de militares Saharauis para formarse con el rango de capitán. Más conocido por el “primer destacamento militar - pelotón 38”. Una fecha simbólica que pasa casi desapercibida porque no hay un día en nuestro calendario que recuerde a este aniversario. Y lo que más desasosiego produce aún, es que nadie sabe qué fue de aquellos treinta y ocho jovencísimos que lo formaban, y que fervorosamente estaban dispuestos a luchar —y llegado el momento, morir— por su patria. Son recuerdos de tiempos gloriosos, valerosos por su sobriedad ante la muerte y el dolor, más que por las gestas bélicas.

Hoy hace treinta y nueve años atrás, en una gélida noche de octubre de 1977, el frío invernal empezaba a embestir con crudeza. A la sazón, un grupo de treinta y ocho jóvenes militares saharauis, en los que se encontraba mi padre, todos ellos en la flor y nata de su juventud, sus edades en aquel entonces rondaban las veinte y pocas, primaveras, acababan de aterrizar procedentes de Tinduf. Llegaron a una base militar de la ciudad argelina del Buleida, situada a unos 45 km al suroeste de Argel. Aquellos bravos muchachos, inquietos jóvenes, anhelantes del sacrificio y de sobria disciplina castrense son:

Sami Weld Eselhi (comandante del pelotón), Damba El Ait.ta, Salama Sidi Machnan, Abdalahi Mohamed Fadel Eljatat, Mohamed Ab.ba Mohamed Mujtar, Abdalahi Enfenidu, El hafed Selma, Ahmed Weld Bad, Labeid Weld Saleh, Chej Eluali Lehbib Elbalal, Leh Hach Elalem, Ab.ba Brahim Salem Ahmed Brahim, Andala Andala Labeid, Hamdi Esueilem, Saleck Bugermez, Badi Mohamed Fadel Esyid, Lehbib Hamdi Aba Ali, Ezein Bahia, Mohamed Many, Sidahmed Buragba, Baba El mahfud, Burkini Elkori Bol.la Ahmed Zain, Guergub El Hassan, El Mehdi Zerga Gabour, Balal El Bujari, Mohamed El Kori Ahmed Benhanun, Jatri Ab.ba Haige, Hurma Dedech, Esleima, Balal, Mustafa Lehsan, Daf Lehbib, Bulahi Esyid, Brahim Salem Mahyub, Tit Bah, Baba Lehbib, Leseri, Said Blal Hamad.

La misión consistía, en una intensa y dura preparación militar por un periodo de tiempo de un año. El tiempo apremia y el frente reclamaba hombres de acero para repeler al enemigo. La proeza de estos hombres se comprende mejor al dialogar con personas como Damba El Ait.ta, miembro emérito de los Combatientes de la Revolución Saharaui, quien fuera uno de los integrantes del célebre Pelotón 38.

El ahora sexagenario luchador, era todavía muy joven cuando demostró su coraje en el campo de batalla; en su relato sobre la estancia en la ciudad argelina del Buleida, describía lo siguiente:

«Éramos treinta y ocho jóvenes, hermanos y camaradas, llenos de calidez y de sólida fe en nuestra causa. Aquellos doce meses fueron muy duros, los instructores militares argelinos eran implacables, no bajaban la guardia, el entrenamiento diario, comenzaba con una marcha militar con mochila, cargando cada uno, con kilos de equipamiento militar, le seguía la superación de la pista de obstáculos, más chapuzones en agua helada, clases sobre los requerimientos básicos del cuerpo; clases sobre conocimiento de armamento militar, entre otros, tanques, cañones, morteros, bazucas y otros dispositivos bélicos más avanzados.

Una tortura física que te endurece lo suficiente como para no derramar ya ninguna lágrima, te induce a analizar las fortalezas y debilidades del ser humano y cómo tendrías que afrontarlas en caso de tener que enfrentarte a ellos. Se dispara la testosterona acumulada. Aquellos duros entrenamientos llenos de kilómetros de subida cargados con la mochila de maniobras y el fusil, fueron una auténtica experiencia militar.

En alguna ocasión, nos daban un pequeño descanso, un par de horas para visitar la ciudad y desconectar. En esas horas de esparcimiento por las calles del Buleida, nos impresionó la belleza de esta ciudad que está rodeada de huertos y jardines, y que está situada a 192 metros sobre el nivel del mar. Aquellos muchachos en su breve tiempo de ocio, mayoritariamente les encantaba beber una Pepsi-Cola y fumar algún cigarrillo marca hoggar.»

En septiembre de 1978, la misión de formación llegó a su punto final. El objetivo se había conseguido y entonces les tocaba volver a las trincheras y al campo de batalla y una vez allí, materializar los conocimientos adquiridos sobre el terreno. Entonces, les llegó la orden de bajar y personarse de inmediato en Rabuni. «Nos reunimos, centenares de combatientes, en una zona militar que colinda con Rabuni. Luego partimos cada uno hacia la región que la ha sido asignada, con tremenda disciplina», evoca Damba El Ait.ta.

Desde entonces, los integrantes del pelotón 38 lidiaron con duras tempestades de acero en el campo de batalla. Fueron protagonistas de Todo tipo de combate armado, de carácter abierto, muy diferente en el concepto estratégico. En el desierto todo era a pleno sol y a través de intercambios directos, constantes. Esos treinta y ocho hombres derrocharon valor y fidelidad a su patria; son un reflejo histórico del luchador saharaui por la liberación nacional. Sus cuerpos acribillados a balazos, la piel colmada de cicatrices. Incómodos para sus enemigos, escribieron con sus hazañas imborrables páginas en el campo de batalla.

Años después, en la famosa batalla que se bautizó con el nombre “Ofensiva de Houari Boumédiène”, en honor al líder argelino. Cayeron en combate veinticuatro mártires de los treinta y ocho miembros que integraban el pelotón 38. Su sangre regó la tierra, fecundizó La gran causa, es menester, que el sol de la libertad brille en nuestras frentes. Esos gloriosos mártires son:

Salama Sidi Machnan, Badi Mohamed Fadel Esyid, Lehbib Hamdi Aba Ali, Ezein Bahia, Mohamed Many, Sidahmed Buragba, Baba El Mahfud, Burkini Elkori Bol.la Ahmed Zain, Gurgub El Hassan, El Mehdi Zerga Gabour, Balal El Bujari, Mohamed El Kori Ahmed Benhanun, Jatri Ab.ba Haige, Hurma Dedech, Esleima, Balal, Mustafa Lehsan, Daf Lehbib, Bulahi Esyid, Brahim Salem Mahyub, Tit Bah, Baba Lehbib, Leseri, Said Blal Hamad.

Hoy día, gracias a Dios aún viven catorce de esos hombres de aquel grupo. Quizás, por esa divina protección, sobrevivieron a tempestades de acero, a toda inclemencia. Son los últimos mohicanos del pelotón 38, aquellos que llegaron en octubre de 1977 al Buleida en plena juventud y ahora, casi cuarenta años después de un largo periplo militar, estos hijos del desierto, de cabellos grises, lánguida mirada y caminar pausado, muestran en sus marchitos rostros el cansancio del paso del tiempo; pero su convicción de que su lucha es legítima, sigue estando intacta. Los catorce sobrevivientes son:

Sami Weld Eselhi (Comandante del pelotón), Damba El Ait.ta, Abdalahi Mohamed Fadel Eljatat, Mohamed Ab.ba Mohamed Mujtar, Abdalahi Enfenidu, El Hafed Selma, Ahmed Bad, Labeid Weld Saleh, Chej Eluali Lehbib Elbalal, Leh Hach Elalem, Ab.ba Brahim Salem Ahmed Brahim, Andala Andala Labeid, Hamdi Esueilem, Saleck Bugermez.

Abdalahi Salama Machnan.
sah_camaguey99[at]hotmail.com
Barcelona, abril de 2017

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