28.9.14

LA CIUDAD DE: CAMAGUEY (500 ANIVERSARIO)

por Abdalahi  Salama Machnan

De súbito, mi cerebro comenzó a navegar por latitudes poéticas al venir a mis retinas la ciudad de los tinajones. Camagüey aquella ciudad que me cobijó al igual que a muchos Saharauis durante nuestra estadía de estudios en Cuba. El pasado 2 de febrero Camagüey conmemoró, cinco siglos de historias y leyendas, ciudad que fue fundada el 2 de febrero de 1514 como Villa, llamada Santa María del Puerto del Príncipe, la tercera en Cuba. En su aniversario Camagüey, exhibió su escudo con corona noble, castillos y leones, y el titulo de patrimonio cultural de la humanidad, que celebraron los puertoprincipeños de ayer y celebran con orgullo, los camagüeyanos del hoy – de los que formamos parte- . Su centro histórico fue nombrado como patrimonio de la humanidad en el año 2008.

El azar te hace en ocasiones regalos inesperados, Camagüey lo ha sido para muchos Saharauis que han estudiado allí; Yo no soy un verso suelto en este asunto, y como agradecimiento me honra rendir este pequeño y humilde reconocimiento al lugar que nos dio: Conocimiento, el pensamiento libre, el calor humano y la alegría. Este punto de la geografía mundial es donde el foráneo se siente como en casa, donde el mestizaje y la transculturación se fusionan para enriquecer, donde domina el “color cubano”, ni negro ni blanco; Durante nuestra estancia allí, quién no ha tenido su historia particular o general, quien no ha tenido alguna vez de propiedad a una bicicleta rusa o china, quien no ha bebido un guarapo rico y sabroso (a un peso jajajaja), quien no se ha deleitado alguna vez en el parque Ignacio Agramonte con la música de Compay Segundo , y quien de los que han estudiado en la facultad de Economía no les ha quedado incrustado en la mente: Las razones trigonométricas, la algebra, la geometría del espacio, la estadística, la función seno y coseno, la macroeconomía y microeconomía. Esto último gracias en gran parte al padre y profesor: Ernesto Collado que con su humor cubano e inconfundible, los días de exámenes, siempre decía: Hoy no sé nada de Matemáticas, sé más de historia y Geografía.

En Camagüey nació Nicolás Guillén, considerado el poeta nacional de Cuba, también se le conoce como el poeta del Son. En una de sus obras poéticas que se titula: “TENGO”, plasmo el sentir de los cubanos por su tierra, anhelo y deseo de cualquiera que este sobre un territorio libre y soberano, no tiene desperdicio su lectura:

Cuando me veo y toco,
yo, Juan sin Nada no más ayer,
y hoy Juan con Todo,
y hoy con todo,
vuelvo los ojos, miro,
me veo y toco
y me pregunto cómo ha podido ser.

Tengo, vamos a ver,
tengo el gusto de andar por mi país,
dueño de cuanto hay en él,
mirando bien de cerca lo que antes
no tuve ni podía tener.
Zafra puedo decir,
monte puedo decir,
ciudad puedo decir,
ejército decir,
ya míos para siempre y tuyos, nuestros,
y un ancho resplandor
de rayo, estrella, flor.

Tengo, vamos a ver,
tengo el gusto de ir
yo, campesino, obrero, gente simple,
tengo el gusto de ir
(es un ejemplo)
a un banco y hablar con el administrador,
no en inglés,
no en señor,
sino decirle compañero como se dice en español.

Tengo, vamos a ver,
que siendo un negro
nadie me puede detener
a la puerta de un dancing o de un bar.
O bien en la carpeta de un hotel
gritarme que no hay pieza,
una mínima pieza y no una pieza colosal,
una pequeña pieza donde yo pueda descansar.

Tengo, vamos a ver,
que no hay guardia rural
que me agarre y me encierre en un cuartel,
ni me arranque y me arroje de mi tierra
al medio del camino real.

Tengo que como tengo la tierra tengo el mar,
no country,
no jailáif,
no tenis y no yacht,
sino de playa en playa y ola en ola,
gigante azul abierto democrático:
en fin, el mar.

Tengo, vamos a ver,
que ya aprendí a leer,
a contar,
tengo que ya aprendí a escribir
y a pensar
y a reír.

Tengo que ya tengo
donde trabajar
y ganar
lo que me tengo que comer.
Tengo, vamos a ver,
tengo lo que tenía que tener.

Por la parte que nos toca; Camagüey siempre será el sol que dibuja su trayectoria y se desgrana repartiendo sus últimos rayos por sus huéspedes, dejando tras de sí una estela mágica que se despide de nosotros, siempre será la estrella que se viste de fiesta y de generosidad, no tiene impurezas que esconder. Ante su encanto, su cultura y su historia los genios y sus lámparas, las hadas y los duendes se quitan el sombrero y se dan la mano para dotar el cielo de un colorido azucarado, maravilloso y sugerente. En Camagüey siempre sopla un viento cálido y suave. El agua de sus arroyos se arrastran ágiles y soberanos sobre sus cauces.

Cataratas de miel endulzan mis recuerdos al recordar a esta ciudad por su gratitud hacia mi pueblo. Mientras tanto, a la misma hora, en mi embajada en Cuba “La Habana”, los mal llamados representantes del pueblo Saharaui en este país, ni siquiera han remitido una nota de felicitación, ni esquela recordatoría a esta ciudad por su aniversario, y por todo lo que ha hecho por nosotros. Así nos va, la casta parte y reparte a su antojo. Mientras la sociedad se destruye lentamente: un lapso de tiempo que cada cual interpreta a su manera.

Por Sahara Libre e Independiente

ABDALAHI SALAMA MACHNAN, BARCELONA.
sah_camaguey99[at]hotmail.com

-------------- Este texto expresa la opinion del autor y no de los moderadores del foro.
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1 comentario:

Lehdía Mohamed Dafa dijo...

Feliz Aniversario para todos los camagüeyanos incluidos los cubarauis que por esas tierras anduvieron.
Lo importante amigo Abdalahi, es que los saharauis como ciudadanos no olviden la historia, porque la casta que en el siglo XXI además de siguir siendo más bien de cultura oral,anda siempre ocupada en "asuntos mayores".
Camagüey como tantas otras provincias cubanas han pasado a la historía del pueblo saharaui y lo han hecho por la puerta grande. Siempre en nuestro recuerdo y agradecimiento eternos.

Lehdia. M. Dafa